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El 9 de febrero, tras un consejo de ministros transmitido en vivo unos días antes, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió la renuncia protocolaria de “ministras, ministros y directores de departamentos administrativos”, luego de que la reunión evidenciara una profunda fractura en su gobierno.

Tras el encuentro del gabinete y mientras el presidente define la continuidad de todos sus altos funcionarios, han presentado su renuncia definitiva los ministros de Defensa, Iván Velásquez; de Ambiente, Susana Muhamad: de Cultura, Juan David Correa; y de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, así como el director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Jorge Rojas y el director general de la Policía Nacional, el general William René Salamanca Ramírez.

Este es el cuarto ajuste ministerial en el gobierno de Petro, y pone de manifiesto la baja ejecución en la gestión (según el propio Petro), un tema que el presidente ha pretendido corregir con los cambios dentro del Ejecutivo. Cuando falta menos de dos años para el fin del periodo presidencial, los analistas consultados por CNN explican que el panorama no sería favorable en materia de gobernabilidad si no hay una coalición de partidos representados en el gabinete y que hay poco tiempo disponible para ejecutar políticas públicas antes de la campaña de 2026.

A un año y seis meses de las próximas elecciones, el presidente admitió en el consejo de ministros que de 195 “compromisos presidenciales” solo se han cumplido 49. Lo que significa que hay 146 sin concretar. ¿Pueden los nuevos ministros podrán mostrar mejores resultados de aquí a 2026?

Para el analista político Ricardo Galán el éxito en la gestión de los nuevos nombramientos dependerá de varios factores: “Lo primero es saber qué quiere el presidente porque no está claro. Si quiere terminar dos o tres programas clave que tengan una recordación en el futuro o no, si quiere pasar reformas en el Congreso o no y en el tono como el presidente quiera comunicarse”, dijo a CNN.

Galán dice que otro punto importante es a quienes dejaría en las carteras y a quiénes definidamente Petro sacaría. “La inestabilidad no es culpa de los ministros, sino del presidente. Entonces para cualquiera es muy complicado saber qué es lo que quiere el jefe”.

Por ejemplo, dice Galán, Petro “está empeñado en sacar adelante la reforma a la salud” y no es claro si dejará al ministro o no, “pero si lo deja no se sabe si tendría el músculo para sacar esa reforma adelante en el Congreso”.

“Otro ministro clave es el del Interior, porque debe ser una persona que respeten mucho en el Congreso y le crean”, dice Galán, en relación con la renuncia irrevocable de Juan Fernando Cristo, quien estaba a la cabeza de esa cartera y fue reemplazado por Gustavo García.

Desde su llegada a la Presidencia en agosto de 2022, Petro ha enfrentado múltiples crisis en su gabinete. Sin embargo, en medio de la ola de renuncias definitivas y sin dar mayores detalles, aseguró desde los Emiratos Árabes Unidos este 11 de febrero que “no hay que preocuparse” y que no habrá un cambio significativo en los ministerios, pues “muchos van a permanecer”.

Desde su llegada a la Presidencia en agosto de 2022, Petro ha enfrentado múltiples crisis en su gabinete. Sin embargo, en medio de la ola de renuncias definitivas y sin dar mayores detalles, aseguró desde los Emiratos Árabes Unidos este 11 de febrero que “no hay que preocuparse” y que no habrá un cambio significativo en los ministerios, pues “muchos van a permanecer”.

Pedro Viveros, analista político, cree que los nuevos responsables de los ministerios no podrán hacer mucho porque el sector público no funciona igual que el privado. “En el público cuando tú tomas una decisión los resultados se ven en un año o año y medio después”, dijo a CNN.

“A este Gobierno le quedan 18 meses y si le quitas el año de campaña, en realidad le quedan 8 meses, en los que será muy difícil lograr lo que debiste hacer durante cuatro años. No se logra enmendar una tarea ni en menos de dos años ni en ocho meses en el sector público, mucho menos en Colombia”, explicó Viveros.

Para Jairo Libreros, docente de la Universidad Externado y analista político, “los ministros que están saliendo o que ya se fueron —y el gabinete, en términos generales— no estaban en capacidad de garantizar la materialización de los proyectos de reforma que hacían tránsito en el Gobierno”.

Libreros considera que “esta sería la oportunidad de refrescar el gabinete, siempre y cuando se integren con partidos políticos de gobierno o independientes que hagan parte de una coalición amplia”.

Si se logra esa coalición, “se puede esperar un mejor resultado en las políticas públicas y en los proyectos de ley”, explicó Libreros a CNN.

Para el analista, si el Gobierno de Petro “se radicaliza” —es decir, si adopta posturas más extremas y solo suma a su grupo político, excluyendo a otros partidos para formar una coalición— “no hay forma de garantizar una estabilidad política y mucho menos sacar adelante las reformas sociales. Sería imposible”, concluyó.

“En los próximos meses a los colombianos les espera pura política electoral”, señala el analista Pedro Viveros. “Toda la fuerza del Gobierno, del Ejecutivo y del Legislativo, puntualmente, estará encaminada a ver cómo reeligen congresistas y no pierden tanto en las listas del Pacto Histórico”, el partido de Gobierno.

Viveros cree que algunos políticos intentarán cambiar su postura o alianza política para apoyar a un candidato “que pueda llegar a la presidencia con su respaldo”. Esto es, buscarían ajustar su estrategia política y “así lograr poner a alguien en la presidencia con su apoyo”.

Según lo dicho por los analistas, la política electoral marcará los próximos meses del Gobierno colombiano. En ese contexto, el analista político Ricardo Galán advirtió que en la recta final del mandato “vamos a estar atentos a lo que pase con la economía”, especialmente en el déficit fiscal y las altas tasas de interés.

“Los colombianos van a estar atentos a lo que pase con la salud, pero sobre todo hay dos temas que nos van a tener ocupados: primero, la seguridad nacional, el control territorial y la lucha contra el terrorismo que se está perdiendo; y dos, si el presidente decide reelegirse. Eso no está descartado todavía”.

El asunto electoral es un factor determinante en los próximos meses. Petro afirmó en 2024 a través de un mensaje en X que “no le interesa para nada la reelección”, aunque algunos miembros de su partido han sugerido que impulsarían iniciativas para un camino hacia esa figura, que en Colombia no está permitida desde 2015. Por otro lado, Petro dijo en la Cumbre Mundial de Gobiernos 2025 que algunos políticos de su partido tienen “aspiraciones electorales”. Por eso, en los relevos ministeriales dijo que apartaría a quienes las tengan. Para el presidente, “no es sano que se combinen aspiraciones electorales y administración pública”.

Galán concluyó que, teniendo en cuenta el panorama de hoy, “un Gobierno continuista no tiene la menor posibilidad. Y, tal vez en eso, Armando Benedetti sí jugaría un papel importante, porque sería buscar un candidato que parezca distinto al presidente y lejano, pero que en el fondo sea la misma historia”.

El bloque de dimisiones en el Gobierno de Petro coincidió con el nombramiento de Benedetti como jefe de despacho el 4 de febrero de 2025. Con más de 30 años en la política, Benedetti fue clave en la victoria de Petro en 2022, pero su historial está marcado por controversias, incluidas denuncias de supuesta corrupción, que Benedetti rechazó, y su salida como embajador en Venezuela tras un escándalo en 2023.

Su cercanía con la “vieja política” lo hizo impopular entre algunos sectores del Gobierno. A pesar de ello, Petro lo reincorporó a su gabinete, lo que generó recientes críticas, incluso de la vicepresidenta Francia Márquez y la ministra Susana Muhamad, quienes rechazaron su presencia en el equipo de gobierno.

Si bien el futuro del Gobierno de Petro dependería de una posible coalición amplia que integre partidos oficialistas e independientes, Galán advierte que la falta de claridad en las decisiones presidenciales y la inestabilidad ministerial podrían complicar el panorama, especialmente para la reforma al sistema de salud y la relación con el Congreso.

Con información de Sebastián Jiménez y Fernando Ramos de CNN

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