
En muchas comunidades inmigrantes, el temor a las leyes de inmigración y la desconfianza en la policía están creando barreras significativas para reportar crímenes. Este problema no solo afecta a las víctimas, sino que también genera inseguridad en toda la comunidad, según expertos y autoridades locales.
Muchos inmigrantes, especialmente aquellos que provienen de países donde la policía es percibida como corrupta o poco confiable, dudan en denunciar crímenes. “Hay personas que vienen de países donde la policía, los que traen las armas y las placas, no son buenos, son corruptos”, dijo un fiscal del distrito. “Cuando llegan a un lugar nuevo, no es su instinto confiar en la policía”.
A pesar de estos temores, las autoridades locales insisten en la importancia de denunciar crímenes, independientemente del estatus migratorio de la víctima. “Yo no aplico las leyes de inmigración. Ese no es mi trabajo”, aseguró el fiscal. “Mi tarea es hacer cumplir el Código Penal del Estado. Así que si alguien es víctima de un crimen, incluso si está aquí de manera ilegal, tiene toda mi atención”.
Además, las víctimas que denuncian crímenes podrían ser elegibles para una visa U, un recurso diseñado para proteger a quienes cooperan con las autoridades. “La visa U existe para que las autoridades locales y federales puedan otorgar un estatus legal temporal a alguien que es víctima de un crimen o testigo de un crimen y está cooperando”, explicó el fiscal.
Algunos miembros de la comunidad compartieron sus perspectivas sobre el tema. “Pues la verdad sí, la verdad sí me atrevo a denunciar si llegara a pasarme algo”, dijo un residente. Sin embargo, otros expresaron dudas: “Pues la verdad no, porque no por miedo, sino que no opino, pienso que está muy bien”.
Un caso reciente ilustra las consecuencias de no denunciar: “Ya nos tocó en una ocasión que chocaron a una amiguita de nosotros y se fueron, y se quedaron con las manos limpias”, relató otro residente.