
Este viernes, el presidente Donald Trump firmará una orden ejecutiva que designa el inglés como el idioma oficial de los Estados Unidos, según confirmó la Casa Blanca.
Esta medida permitirá a las agencias gubernamentales y organizaciones que reciben fondos federales decidir si continúan ofreciendo documentos y servicios en idiomas distintos al inglés, revocando una política establecida durante la administración de Bill Clinton que requería asistencia lingüística para personas que no hablan inglés.
La orden ejecutiva ha generado un intenso debate, especialmente entre las comunidades hispanas y otros grupos de habla no inglesa. Según la Casa Blanca, designar el inglés como idioma nacional “promueve la unidad, establece eficiencia en las operaciones gubernamentales y crea un camino para la participación cívica”. Sin embargo, críticos argumentan que esta medida podría excluir a millones de personas que dependen de servicios en otros idiomas, particularmente el español, que es el segundo idioma más hablado en el país.
Impacto en las comunidades hispanas
La decisión de Trump llega en un momento en que la población hispana en EE.UU. sigue creciendo. Según el último censo, más de 40 millones de personas hablan español en casa, lo que representa aproximadamente el 13% de la población total. Organizaciones defensoras de los derechos de los hispanos han expresado preocupación por el impacto que esta medida podría tener en el acceso a servicios esenciales, como atención médica, educación y asistencia legal.
Antecedentes y reacciones
Esta no es la primera vez que Trump toma medidas relacionadas con el idioma. Durante su primer mandato, eliminó la versión en español del sitio web de la Casa Blanca, una decisión que generó confusión y frustración entre las comunidades hispanas. Aunque la administración prometió restaurar la versión en español, hasta la fecha no se ha hecho. La orden ejecutiva también revoca un mandato de la era Clinton que requería que el gobierno y las organizaciones financiadas con fondos federales proporcionarán asistencia lingüística a personas que no hablan inglés.
Un debate de larga data
La designación del inglés como idioma oficial ha sido un tema recurrente en la política estadounidense. Más de 30 estados ya han aprobado leyes que designan el inglés como su idioma oficial, según el grupo U.S. English, que aboga por esta medida. Sin embargo, los esfuerzos para establecer el inglés como idioma oficial a nivel federal no han tenido éxito en el Congreso.
¿Qué sigue?
Mientras Trump se prepara para firmar la orden ejecutiva, las reacciones no se han hecho esperar. Defensores de los derechos de los inmigrantes y comunidades no angloparlantes han expresado su preocupación por el posible impacto negativo de esta medida. Por otro lado, quienes apoyan la designación argumentan que fortalecerá la cohesión nacional y simplificará las operaciones gubernamentales.
La decisión de Trump de designar el inglés como idioma oficial de EE.UU. marca un hito significativo en la política lingüística del país. Sin embargo, también plantea preguntas importantes sobre inclusión y acceso a servicios para millones de personas que no hablan inglés, especialmente en una nación tan diversa como Estados Unidos.