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Hombre que rompió ventana de avión en vuelo de Denver a Houston enfrenta cargos federales
LOS ANGELES, CA – AUGUST 27: Frontier Airlines Airbus A320 takes off from Los Angeles international Airport on August 27, 2020 in Los Angeles, California. (Photo by AaronP/Bauer-Griffin/GC Images)

Un vuelo de Frontier Airlines desde Denver a Houston se convirtió en una escena de caos el pasado 4 de febrero cuando un pasajero, identificado como Raul Ramos Tamayo, de 31 años, rompió una ventana del avión y su movilidad tuvo que ser reducida por otros pasajeros. Ahora, Tamayo enfrenta cargos federales por destrucción de aeronaves o instalaciones aeronáuticas, un delito que podría resultar en hasta 20 años de prisión y una multa de $250,000.

El incidente a bordo

Según la Oficina del Fiscal Federal del Distrito Sur de Texas, aproximadamente 30 minutos después de que el avión despegara del Aeropuerto Internacional de Denver, Tamayo comenzó a golpear el asiento frente a él. Cuando un miembro de la tripulación se acercó para intervenir, Tamayo empezó a golpear la ventana de su fila, causando daños significativos.

Ante la situación, la tripulación solicitó ayuda a los pasajeros, y varios colaboraron para reducir la movidad de Tamayo utilizando cinturones, cordones de zapatos y audífonos. Finalmente, fue sujetado con esposas flexibles de la aerolínea hasta que el avión aterrizó en Houston.

Cargos y consecuencias

Raul Ramos Tamayo, un ciudadano cubano, fue acusado formalmente de poner en peligro la seguridad de los pasajeros y dañar la aeronave. Nicholas J. Ganjei, Fiscal Federal del Distrito Sur de Texas, destacó la importancia de garantizar la seguridad en los vuelos:

“Cuando el público vuela, necesita sentirse seguro. Dado que Houston tiene dos aeropuertos internacionales importantes, con decenas de millones de viajeros al año, estamos siempre preparados para procesar a quienes pongan en peligro la seguridad de los pasajeros.”

Si es declarado culpable, Tamayo podría enfrentar hasta 20 años de prisión y una multa de $250,000.

Mientras las autoridades continúan investigando el caso, los pasajeros y las aerolíneas esperan que futuros altercados que pongan en riesgo la seguridad de todos a bordo puedan ser prevenidos.