
El alcalde de Denver, Mike Johnston, testificó este miércoles ante el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes en Washington, D.C., en una audiencia centrada en las políticas de “ciudades santuario”. Johnston, junto con los alcaldes de Boston, Chicago y Nueva York, fue convocado para responder a las críticas de los republicanos, quienes acusan a estas ciudades de no cumplir con las leyes federales de inmigración.
El término “ciudades santuario” se refiere a municipios que limitan su cooperación con las autoridades federales de inmigración, como ICE. Estas políticas han sido un punto de conflicto entre las administraciones locales y el gobierno federal, especialmente bajo la presidencia de Donald Trump, quien ha impulsado una campaña de deportaciones masivas.
Declaraciones de Johnston
Durante su testimonio, Johnston defendió las acciones de Denver ante la llegada de migrantes y refugiados. “Cuando los autobuses comenzaron a llegar llenos de migrantes, algunos en mi ciudad sintieron miedo, al igual que algunos de sus electores. Temían por el crimen, la falta de vivienda y lo que estas nuevas personas podrían quitarles. Entiendo ese miedo”, dijo Johnston.
Sin embargo, el alcalde destacó que Denver optó por la solidaridad: “Denver tomó una decisión: no odiarnos, sino ayudarnos; no volvernos unos contra otros, sino unirnos para resolver un problema que parecía más grande que cualquiera de nosotros. No fue perfecto, pero salimos más fuertes y unidos”.
Postura de los republicanos
Los republicanos en el comité, incluidos los representantes de Colorado Lauren Boebert y Gabe Evans, criticaron las políticas de Denver y otras ciudades santuario, argumentando que obstaculizan la aplicación de las leyes federales. Boebert y Evans tuvieron la oportunidad de cuestionar directamente a Johnston durante la audiencia.
Declaración de experto
David J. Bier, director de Estudios de Inmigración del Instituto Cato y testigo designado por la minoría, presentó una declaración escrita en apoyo a las ciudades santuario. “Los estados no deben simplemente aceptar ayudar al gobierno federal con deportaciones masivas. Incluso cuando los inmigrantes no pueden obtener estatus legal, benefician a sus comunidades, y las ciudades tienen buenas razones para no ayudar indiscriminadamente al gobierno federal a deportarlos”, dijo Bier.
Próximos pasos
La audiencia es parte de un esfuerzo más amplio de los republicanos para presionar a las ciudades santuario a cooperar con las políticas de inmigración federales. Mientras tanto, Denver y otras ciudades continúan defendiendo sus políticas, argumentando que