
Boulder se prepara para ser la nueva sede del Sundance Film Festival a partir de 2027, marcando el final de una era en Park City, Utah, donde el festival se celebró durante más de cuatro décadas. Este cambio histórico no solo traerá el glamour de Hollywood a las calles de Boulder, sino que transformará por completo la dinámica de la ciudad durante esas frías semanas de enero.
El anuncio oficial llegó después de meses de especulaciones, con Boulder compitiendo contra Park City y Cincinnati por el honor de albergar el festival de cine independiente más importante del mundo. El encanto de pueblo pequeño combinado con una vibrante escena artística y la imponente belleza de las Montañas Rocosas fueron factores clave en la decisión, según explicaron los organizadores.
Las calles de Boulder pronto se llenarán de cineastas, estrellas y amantes del cine de todo el mundo. Solo en 2024, el Sundance atrajo a más de 72,000 asistentes en persona y otros 220,000 mediante su plataforma virtual. De esos visitantes, el 33% viajó desde otros estados, principalmente California y Nueva York, dejando una inyección económica de $106 millones en Utah. Boulder espera superar esas cifras, con beneficios directos para hoteles, restaurantes y comercios locales.
Las proyecciones y eventos se distribuirán en lugares emblemáticos como el Pearl Street Mall, el histórico Boulder Theatre, el Fox Theatre y varios espacios en el campus de la Universidad de Colorado, incluyendo el majestuoso Macky Auditorium. Esta dispersión de sedes busca aprovechar al máximo el carácter único de Boulder, aunque también presentará desafíos logísticos.

El festival transformará temporalmente la ciudad: calles cerradas al tráfico, instalaciones temporales apareciendo como por arte de magia, y una energía palpable que mezcla el frío invernal con el calor del séptimo arte. En Park City, era común ver a celebridades como Jennifer Lopez o Benedict Cumberbatch paseando por Main Street, tomando un café o incluso esquiando entre proyecciones. Boulder se prepara para vivir esa misma magia, con la ventaja adicional de ser más accesible para los residentes de Colorado.
El impacto económico será monumental. Además de los millones en gastos de visitantes, el Sundance 2024 generó 1,730 empleos temporales y $14 millones en impuestos locales. Para los negocios de Boulder, esto representa una oportunidad sin precedentes. Desde pequeños cafés hasta hoteles boutique, todos se alistan para recibir esta avalancha cultural que, además de dinero, traerá una exposición internacional invaluable.
Los organizadores ya trabajan en los detalles para adaptar el festival al espíritu de Boulder mientras mantienen su esencia. Habrá proyecciones al aire libre aprovechando los paisajes, eventos especiales en lugares inesperados, y probablemente colaboraciones con la comunidad artística local. Mientras tanto, el gobernador Jared Polis ha prometido apoyar esta transición para que Colorado “honre las raíces montañosas del festival”.
Para muchos, esto marca el inicio de una nueva era. El Sundance en Boulder no será solo un festival de cine, sino un fenómeno cultural que redefinirá invierno tras invierno la identidad de la ciudad. Los amantes del cine, los empresarios visionarios y los residentes curiosos ya cuentan los días para enero de 2027, cuando Boulder se convierta, aunque sea por unos días, en la capital mundial del cine independiente.
Las oportunidades para participar ya están abiertas: desde voluntarios que quieran vivir el festival desde dentro, hasta empresas que busquen patrocinar eventos. Todo está por hacerse, y Boulder tiene ante sí el desafío y el privilegio de escribir el próximo capítulo de la legendaria historia del Sundance Film Festival.
