
Por Karen Gutiérrez
Denver, Colorado – La ciudad de Denver ha iniciado un proceso sin precedentes para retirar todas las licencias comerciales al Diamond Cabaret, un club de entretenimiento adulto en el centro de la ciudad, tras una investigación que reveló un patrón generalizado de robos salariales y violaciones laborales. El establecimiento podría perder sus permisos para vender alcohol, operar como cabaret adulto, mantener una sala de billar, vender tabaco y ofrecer servicios de seguridad privada.
La Oficina del Auditor de Denver documentó cómo este club, operado por Glenarm Dining Services, construyó su modelo de negocio sobre la explotación sistemática de trabajadores. Durante años, el local sustrajo millones de dólares a bailarinas, bartenders, DJs y personal de servicio mediante prácticas como clasificar erróneamente a las bailarinas como contratistas independientes para evadir el pago del salario mínimo, cobrarles tarifas por trabajar y apropiarse ilegalmente de sus propinas. “El Diamond les robaba $3.02 por hora a cada empleado con propinas durante más de dos años”, denunció el informe, destacando que el trato a las bailarinas era particularmente abusivo: no recibían salario, el club se quedaba con sus ganancias por propinas y les negaba derechos laborales básicos.
Aunque la ley estatal de Colorado no reconoce a las bailarinas exóticas como empleadas, las ordenanzas locales de Denver sí las protegen como trabajadoras. Esta distinción permitió a la ciudad ordenar al club pagar $4.8 millones en restitución. Sin embargo, lejos de aceptar responsabilidad, el Diamond Cabaret -junto con otro club local- respondió con una demanda federal contra Denver Labor, acusándolo de exceder su autoridad y solicitando una orden de silencio contra el departamento.
Un portavoz municipal confirmó que esta es la primera vez que Denver amenaza con revocar licencias comerciales por robos salariales, marcando un precedente en la aplicación de la ley laboral. Mientras el caso avanza hacia la audiencia del 26 de junio, donde el club deberá demostrar por qué merece conservar sus permisos, la industria del entretenimiento adulto enfrenta un escrutinio sin precedentes sobre sus prácticas laborales. El estado de Colorado no regula este sector, dejando su supervisión en manos municipales, lo que convierte esta acción en un referente potencial para otras ciudades.