Erie, el suburbio de Denver que se consolida como una de las ciudades de más rápido crecimiento en EE.UU.

Los datos más recientes de la Oficina del Censo de EE.UU. confirman lo que muchos residentes del Front Range de Colorado ya percibían: Erie, un suburbio al norte de Denver en el condado de Boulder, está experimentando un boom demográfico sin precedentes. Con un crecimiento del 9.2% entre 2023 y 2024, esta comunidad de 38,594 habitantes se ubicó en el puesto 15 entre las ciudades de más rápido crecimiento del país, destacándose como la única representante de Colorado en una lista dominada por localidades de Texas y otros estados del sur.

Un imán para nuevos residentes
El censo de 2020 ya mostraba una tendencia clara: Colorado había crecido casi un 15% en la década anterior, con gran parte de esa expansión concentrada en el corredor urbano del Front Range. Pero Erie ha superado incluso esas proyecciones. Según estimaciones municipales, su tasa de crecimiento aceleró de un 6.7% en 2022 a un 9.2% en 2024, atrayendo a familias jóvenes, profesionales y amantes de la naturaleza con su combinación única de ambiente rural y acceso a comodidades urbanas.

“Entre nuestras vistas a las montañas y una visión cívica progresista, ofrecemos la esencia de un pueblo pequeño con el dinamismo de las áreas metropolitanas”, señala el sitio web oficial del municipio, que recientemente fue incluido también entre los suburbios ricos de más rápido crecimiento en el país.

El fenómeno de los suburbios en auge
La lista del Censo revela un patrón nacional: 7 de las 15 ciudades con mayor crecimiento están en Texas, lideradas por Princeton con un asombroso 30.6%. Erie, aunque más modesta en porcentaje, destaca por su sostenido desarrollo en una región donde el costo de vida y la congestión urbana están impulsando a muchos a buscar alternativas en comunidades periféricas.

Con proyectos de desarrollo mixto en marcha y una planificación estratégica que prioriza tanto la expansión residencial como la preservación de espacios abiertos, Erie parece haber encontrado la fórmula para crecer sin perder su identidad. Mientras Denver y Boulder enfrentan desafíos de asequibilidad, este suburbio emerge como un refugio para quienes buscan equilibrar calidad de vida, oportunidades laborales y ese esquivo “sentido de comunidad” que define al sueño americano contemporáneo.