
Denver, Colorado — El ataque contra un grupo que marchaba en apoyo a los rehenes israelíes en Gaza, ocurrido el pasado domingo en Boulder, ha desatado un intenso debate político en Colorado. Mientras líderes de ambos partidos condenan la violencia, legisladores republicanos —tanto a nivel estatal como federal— están exigiendo una revisión urgente de las leyes migratorias locales después de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) revelara que el presunto agresor, Mohamed Soliman, se encontraba en el país de manera irregular.
Un llamado a la acción: ¿Fallas en el sistema migratorio?
El representante estatal republicano Ron Weinberg, quien emigró de Sudáfrica a Estados Unidos en su juventud, expresó su indignación por el ataque, pero también señaló la necesidad de abordar las políticas migratorias de Colorado sin caer en la polarización.
“No quiero politizar esto tan pronto, pero entiendo la frustración. En este estado, los tres poderes —ejecutivo, legislativo y judicial— están controlados por un solo partido. Eso limita los contrapesos. Demócratas y republicanos deben trabajar juntos para solucionar estos problemas”, declaró Weinberg.
Sus palabras fueron respaldadas por el congresista Gabe Evans, quien acusó directamente a las leyes de “estado santuario” de Colorado de obstaculizar la colaboración entre autoridades locales y federales, algo que, según él, podría haber evitado el ataque.
“Un individuo como este, que planeó el ataque durante más de un año, pudo haber sido detenido si no tuviéramos las limitaciones de un estado santuario. Estas leyes atan de manos a la policía y evitan que colaboren con ICE para expulsar a criminales violentos”, afirmó Evans.
Sin embargo, Colorado no está oficialmente catalogado como un “estado santuario”, aunque varios condados tienen políticas que limitan la cooperación con las deportaciones. El DHS eliminó en 2023 una lista que incluía a varios condados de Colorado bajo esa denominación, lo que ha generado confusión en el debate actual.
Los detalles del atacante y el debate migratorio
Según el DHS, Mohamed Soliman ingresó a EE.UU. en 2022 con una visa de turista (B-2), que expiró en febrero de 2023. A pesar de haber solicitado asilo en septiembre de 2022, su estatus migratorio era irregular al momento del ataque.
Este caso ha reavivado las críticas republicanas hacia las políticas de asilo y control fronterizo, con figuras como el expresidente Donald Trump declarando en Truth Social:
“Otro ejemplo de por qué debemos mantener nuestras fronteras seguras”.
Mientras tanto, Evans instó a los legisladores demócratas de Colorado a derogar las normas que, según él, impiden una coordinación efectiva con ICE:
“Mi consejo para los demócratas es que se pongan al día y permitan que la policía colabore con las autoridades federales. De lo contrario, están facilitando que terroristas antisemitas cometan crímenes como el de Boulder”.
Respuesta de las víctimas y la comunidad judía
El ataque dejó 12 heridos y conmocionó a la comunidad judía de Colorado. Weinberg, cuya familia sufrió persecución durante el Holocausto, aseguró que el incidente lo impactó profundamente:
“Es difícil no sentir esto personalmente. Mi familia fue víctima de los nazis, y ver que el odio antisemita sigue vivo en 2025 es desgarrador”.
Organizaciones judías locales han pedido mayor protección y diálogo político, evitando que el debate migratorio opaque la lucha contra el antisemitismo.
¿Qué sigue? Presión política y posibles cambios legales
El llamado de los republicanos para reformar las leyes migratorias de Colorado podría enfrentar resistencia en la legislatura estatal, dominada por los demócratas. Sin embargo, la presión aumenta en un año electoral, donde la seguridad pública y la inmigración serán temas clave.
Algunas propuestas concretas incluyen:
- Derogar restricciones que limitan la cooperación policial con ICE.
- Aumentar los controles a solicitantes de asilo con antecedentes penales.
- Exigir verificaciones migratorias en casos de delitos graves.
Mientras tanto, organizaciones proinmigrantes advierten que estigmatizar a toda una comunidad por un crimen individual es peligroso.
Conclusión: Un debate que recién comienza
El ataque en Boulder ha puesto en evidencia las tensiones entre seguridad nacional y políticas migratorias en Colorado. Aunque republicanos insisten en que una legislación más dura podría prevenir futuros ataques, demócratas y activistas argumentan que el enfoque debe estar en combatir el extremismo sin criminalizar a los migrantes.
¿Logrará Colorado un consenso en esta reforma? La respuesta podría definir no solo su política migratoria, sino también el clima social en los próximos años.