
Un tribunal federal desestimó una demanda colectiva presentada por residentes de Denver contra la planta de Nestlé Purina, acusada de emitir olores “nauseabundos y rancios” que afectaban a miles de vecinos. El caso, que buscaba compensación por daños a la propiedad y molestias, fue retirado voluntariamente a finales de mayo, pero deja abierta la posibilidad de futuras acciones legales.
¿Qué denunciaban los vecinos?
La demanda, presentada en 2024 por los residentes Robert Fields y Lorena Ortiz, alegaba que la planta de alimentos para mascotas ubicada en el barrio Elyria Swansea —cerca de la interestatal 70— liberaba olores tan intensos que “invadían sus hogares” y afectaban su calidad de vida. Según los demandantes:
- El olor era descrito como “rancio”, similar a “vómito en el patio trasero”.
- Al menos 50 familias se habían quejado ante el Departamento de Salud de Colorado.
- Más de 2,000 viviendas podrían estar afectadas.
Los residentes argumentaban que la situación constituía una molestia pública (nuisance) y negligencia por parte de Purina, y exigían indemnización por daños, así como el pago de honorarios legales.
Respuesta de purina y desenlace legal
Aunque la empresa no ha hecho declaraciones públicas sobre el motivo del retiro de la demanda, documentos judiciales revelan que:
- La acción fue desestimada con prejuicio (sin posibilidad de reabrir el mismo caso) en cuanto a las reclamaciones individuales de Fields y Christy Harader (quien reemplazó a Ortiz).
- Las demandas colectivas fueron desestimadas sin prejuicio, lo que significa que podrían presentarse nuevamente.
- Cada parte asumirá sus propios costos legales, sin compensación económica.
Este tipo de desestimación sugiere un posible acuerdo extrajudicial o la falta de pruebas suficientes para continuar el litigio. Sin embargo, los vecinos aún podrían reagruparse y presentar una nueva demanda si persisten los problemas.
¿Qué dice la ley sobre olores industriales?
En Colorado, las regulaciones ambientales prohíben emisiones que “causen molestias injustificadas” a la comunidad. Sin embargo, demostrar que un olor constituye un daño legal es complicado. Factores como:
- Intensidad y frecuencia del olor.
- Pruebas médicas de afectaciones a la salud.
- Documentación constante de quejas ante autoridades.
son clave para un caso exitoso. En este caso, aunque hubo múltiples reclamos, no está claro si se presentaron pruebas contundentes ante el tribunal.
¿Qué sigue para los residentes?
Si los olores persisten, los afectados podrían:
- Presentar una nueva demanda colectiva con más testimonios y pruebas.
- Presionar a las autoridades ambientales para que realicen inspecciones más rigurosas.
- Buscar soluciones comunitarias, como negociar con Purina para mejorar sus sistemas de control de emisiones.
Mientras tanto, Purina podría estar implementando medidas correctivas para evitar futuros conflictos.