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Etiquetas de precios digitales: ¿El futuro de los supermercados o un peligro para los consumidores?
Walmart

En los últimos años, las etiquetas de precios digitales han comenzado a reemplazar las tradicionales etiquetas de papel en los supermercados de todo el mundo. Esta tecnología, que permite a las tiendas ajustar los precios en tiempo real desde una computadora central, promete mayor eficiencia y flexibilidad. Sin embargo, también ha generado preocupación entre los consumidores, quienes temen que los minoristas utilicen esta herramienta para implementar precios dinámicos, aumentando los costos en momentos de alta demanda.

¿Qué son las etiquetas de precios digitales?

Las etiquetas de precios digitales son pequeñas pantallas electrónicas ubicadas en los estantes de los supermercados que muestran el precio, promociones e incluso información nutricional de los productos. A diferencia de las etiquetas de papel, que requieren que un empleado las cambie manualmente, estas se actualizan de forma remota en cuestión de segundos.

Esta tecnología no es nueva. En Europa, alrededor del 80% de los supermercados ya utilizan etiquetas digitales, según datos de Relex Solutions, una empresa especializada en soluciones tecnológicas para minoristas. Sin embargo, en Estados Unidos, solo entre el 5% y el 10% de las tiendas han adoptado este sistema.

Los beneficios de las etiquetas digitales

Los defensores de esta tecnología argumentan que las etiquetas de precios digitales ofrecen múltiples ventajas:

  • Ahorro de tiempo: Cambiar manualmente las etiquetas de papel en un supermercado con más de 100,000 productos puede llevar días. Con las etiquetas digitales, el proceso se reduce a minutos.
  • Reducción de errores: Elimina los errores humanos al actualizar precios, evitando confusiones con los clientes.
  • Promociones dinámicas: Permite ajustar descuentos en productos cercanos a su fecha de caducidad, reduciendo el desperdicio de alimentos.
  • Experiencia del cliente: Algunas etiquetas incluyen códigos QR para acceder a recetas, información nutricional o alergenos.

Un ejemplo destacado es la cadena holandesa Albert Heijn, que utiliza inteligencia artificial para reducir precios cada 15 minutos en productos próximos a vencer, logrando disminuir más de 250 toneladas de desperdicio de alimentos al año.

¿Cuáles son los peligros de los precios dinámicos?

A pesar de sus beneficios, muchos consumidores temen que las etiquetas de precios digitales sean utilizadas para implementar precios dinámicos, una estrategia en la que los costos fluctúan según la demanda. En redes sociales, circulan teorías sobre supermercados que podrían aumentar el precio de los helados en días calurosos o de los paraguas cuando llueve.

Estas preocupaciones han llegado a los legisladores. En Estados Unidos, los senadores Elizabeth Warren y Bob Casey enviaron una carta a Kroger exigiendo transparencia sobre el uso de esta tecnología. Mientras tanto, en Arizona, el representante estatal Cesar Aguilar propuso un proyecto de ley para prohibir las etiquetas digitales, argumentando que podrían usarse para manipular precios y eliminar empleos.

¿Qué dice la evidencia?

Un estudio reciente, publicado en mayo de 2025 por investigadores de la Universidad de Texas, la Universidad de California en San Diego y Northwestern University, analizó los precios en una cadena de supermercados antes y después de implementar etiquetas digitales. Los resultados mostraron que:

  • Solo el 0.005% de los productos experimentaron aumentos temporales antes de la adopción de etiquetas digitales.
  • Después de la implementación, ese porcentaje aumentó en apenas 0.0006 puntos.

Además, el estudio encontró que los descuentos fueron ligeramente más frecuentes con las etiquetas digitales.

Ioannis Stamatopoulos, uno de los autores del estudio, explicó que los supermercados dependen de la fidelización del cliente, por lo que no les conviene abusar de los precios dinámicos.

“Vender alimentos no es como vender un sofá. No es una transacción única. Quieres que los clientes regresen cada semana”, afirmó.

El futuro de las etiquetas digitales

A pesar de las dudas, las grandes cadenas están avanzando. Walmart planea implementar etiquetas digitales en 2,300 tiendas para 2026, mientras que Kroger y Whole Foods ya están realizando pruebas.

Amanda Oren, de Relex Solutions, asegura que el objetivo no es reducir empleos, sino optimizar el trabajo del personal:

“Se trata de trabajar de manera más inteligente, no más dura, y usar ese tiempo en tareas más valiosas”, dijo.

Sin embargo, para críticos como Aguilar, el debate va más allá de la eficiencia:

“Los supermercados deben ser parte de la comunidad, y eso incluye generar empleos locales”, sostuvo.

Las etiquetas de precios digitales llegaron para quedarse, pero su impacto dependerá de cómo las utilicen los minoristas. Si bien ofrecen ventajas operativas, la transparencia y la regulación serán clave para evitar abusos. Por ahora, la evidencia sugiere que los temores sobre precios dinámicos pueden ser exagerados, pero solo el tiempo dirá si esta tecnología beneficia realmente a los consumidores.