K9 Arko y K9 Delta: Los nuevos héroes del Departamento de Policía de Westminster

Westminster, Colorado — El departamento de policía tiene dos nuevos integrantes que, aunque no hablan, prometen ser indispensables en operativos de seguridad: K9 Arko y K9 Delta, dos canes altamente entrenados que se unen oficialmente al equipo. Con habilidades en rastreo, patrullaje y detección de explosivos, estos perros policía están listos para servir y proteger a la comunidad.

K9 Arko es un pastor holandés de tres años, originario de Polonia, que ya cuenta con su certificación oficial de la Colorado Police Canine Association (CPCA), obtenida en mayo de 2025. Junto a su manejador, el Oficial Stroup, este cuadrúpedo agente está especializado en:

• Operativos de patrullaje
• Rastreo de personas
• Detección de explosivos

Su raza, conocida por su inteligencia y resistencia, lo convierte en un aliado estratégico para situaciones de alto riesgo. “Arko tiene un instinto natural para el trabajo policial; su energía y disciplina son impresionantes”, destacó el Oficial Stroup durante su presentación.

Por otro lado, K9 Delta, una pastora alemana de dos años procedente de Alemania, se certificó en noviembre de 2024 bajo los estándares de la CPCA. Junto a su compañero humano, el Sargento Hempelmann, Delta está capacitada para:

• Tareas de patrullaje
• Seguimiento de sospechosos
• Búsqueda de evidencias

“Delta es rápida, obediente y tiene un olfato excepcional. Ya ha demostrado su valía en entrenamientos y simulacros”, comentó el Sargento Hempelmann.

Entrenamiento riguroso y adaptación al equipo

Ambos canes pasaron por meses de entrenamiento especializado, donde aprendieron a responder a comandos en varios idiomas, trabajar bajo presión y colaborar con otros oficiales. Ahora, forman parte activa del departamento, listos para actuar en:

• Operativos de búsqueda y rescate
• Revisiones de seguridad en eventos masivos
• Apoyo en allanamientos y capturas

Con su llegada, el cuerpo policial refuerza su compromiso con la seguridad ciudadana, demostrando una vez más que, en la lucha contra el crimen, todos los miembros de la fuerza, incluso los peludos, cuentan.