Antes de que Israel lanzara una ola de ataques sin precedentes contra las instalaciones nucleares y los principales líderes militares de Irán esta semana, sus espías ya estaban sobre el terreno en territorio enemigo.
La agencia de inteligencia israelí, el Mossad, había introducido armas de contrabando en Irán antes de los ataques, según funcionarios de seguridad israelíes, y las utilizaría para atacar las defensas iraníes desde dentro.
Los funcionarios dijeron que Israel estableció una base para el lanzamiento de drones explosivos dentro de Irán, y que estos se utilizaron posteriormente para atacar lanzamisiles cerca de Teherán. También se introdujeron armas de precisión que se utilizaron para atacar sistemas de misiles tierra-aire, lo que permitió a la Fuerza Aérea de Israel llevar a cabo más de 100 ataques con más de 200 aeronaves en la madrugada del viernes, hora local.
El plan para desactivar las defensas iraníes parece haber sido efectivo; Israel afirmó que todos sus aviones regresaron sanos y salvos de las primeras oleadas de ataques, lo que parece demostrar la superioridad aérea israelí sobre zonas de un país a cientos de kilómetros de distancia.
La inteligencia recopilada por el Mossad en Irán también otorgó a la Fuerza Aérea israelí la capacidad de atacar a altos comandantes y científicos iraníes. En una acción increíblemente rara, el Mossad publicó videos de algunas de sus operaciones que muestran drones atacando lo que parecen ser lanzadores de misiles desprevenidos.
Esta es la última operación que demuestra la profundidad con la que los servicios de inteligencia israelíes, incluido el Mossad, han penetrado algunos de los secretos mejor guardados de Irán. Estas operaciones han hecho que el Mossad parezca una fuerza casi imparable en Irán, capaz de atacar a algunos de sus funcionarios de más alto rango y a los sitios más sensibles.
“El Mossad ha tratado a Irán como su patio de recreo durante años”, declaró Holly Dagres, investigadora principal del Washington Institute y directora del boletín Iranist.
“Desde dar muerte a destacados científicos nucleares hasta el sabotaje de las instalaciones nucleares iraníes, Israel ha demostrado una y otra vez que siempre ha tenido la ventaja en esta guerra en la sombra que se desarrolla abiertamente desde los primeros ataques de ojo por ojo en abril de 2024”.
Una fuente de seguridad israelí dijo que la última operación requirió fuerzas de comando que operaran en las profundidades de Teherán y en todo el país, evitando ser detectadas por las agencias de seguridad e inteligencia iraníes. La fuente afirmó que los equipos del Mossad atacaron misiles de defensa aérea, misiles balísticos y lanzamisiles al comenzar el ataque de la Fuerza Aérea Israelí.
Una segunda fuente de seguridad israelí dijo que las operaciones del Mossad se habían estado gestando durante años, e implicaban tanto esfuerzos de recopilación de inteligencia como el despliegue de comandos del Mossad en la retaguardia de las líneas enemigas.
Según la fuente de seguridad, algunas de las fuerzas de comando del Mossad operaban en la propia capital iraní.
Además de la base de drones establecida por el Mossad mucho antes del ataque del miércoles, comandos del Mossad desplegaron sistemas de armas guiadas de precisión cerca de los sistemas de defensa antimisiles iraníes, que se activaron al mismo tiempo que la Fuerza Aérea israelí comenzaba a atacar sus objetivos. Una segunda operación desplegó armamento sofisticado montado en vehículos para atacar otros sistemas de defensa iraníes.
La operación del Mossad también implicó dar muerte a altos funcionarios iraníes.
Israel ha demostrado, incluso alardeado, la capacidad del Mossad para operar con casi total impunidad en Irán en el pasado.
Desde principios de la década de 2010, Irán acusó a Israel de llevar a cabo una campaña de atentados contra los científicos nucleares del país. El exministro de Defensa Moshe Ya’alon reconoció tácitamente los ataques selectivos cuando declaró en 2015 que Israel no podía ser considerado responsable “de la esperanza de vida de los científicos nucleares iraníes”. Entre 2007 y 2012, Israel presuntamente perpetró cinco asesinatos encubiertos, casi todos en Teherán, mediante bombardeos o ametralladoras teledirigidas. Solo uno de los científicos nucleares clave de Irán sobrevivió al intento de darle muerte: Fereydoon Abbasi.
El mes pasado, Abbasi declaró a los medios estatales iraníes que cualquier ataque a plantas de producción tendría poco impacto en el cronograma de desarrollo de una bomba, afirmando: “Nuestras capacidades están repartidas por todo el país. Si atacan plantas de producción, será irrelevante para nuestro cronograma, porque nuestros materiales nucleares no están almacenados en la superficie para que puedan atacarlos”.
Abbasi fue uno de los científicos muertos en el ataque israelí de la madrugada del viernes en Teherán.
Las acciones del Mossad pronto se hicieron mucho más públicas.
A principios de 2018, Israel robó el archivo nuclear iraní de Teherán, mostrando el golpe de inteligencia en una transmisión en vivo desde Jerusalén. Hablando en inglés, Netanyahu mostró el archivo, que incluía lo que, según él, eran copias de 55.000 páginas de información nuclear iraní y una muestra de discos que, según él, contenían 55.000 archivos.
Irán intentó desestimar los comentarios de Netanyahu, calificándolos de “infantiles” y “ridículos”, pero el saqueo del archivo demostró la confianza que Israel tenía en la capacidad del Mossad para operar en Teherán. La operación, que habría requerido una planificación exhaustiva y un profundo conocimiento de la ubicación y seguridad del archivo, impulsó a la primera administración Trump a retirarse del acuerdo nuclear original con Irán, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC).
Israel aún no había terminado.
En noviembre de 2020, Israel dio muerte a Mohsen Fakhrizadeh, el principal científico nuclear de Irán, mientras viajaba en un vehículo blindado con su esposa. El vehículo de Fakhrizadeh formaba parte de un convoy con tres vehículos de seguridad cuando fue atacado. Los medios estatales iraníes informaron que una ametralladora teledirigida abrió fuego contra el científico nuclear, quien había sido un objetivo israelí desde hacía mucho tiempo.
La operación, que Israel no ha reconocido públicamente, se llevó a cabo con notable precisión y demostró un profundo conocimiento del estilo de vida de Fakhrizadeh.
Sin embargo, a pesar de su reiterada incapacidad para detener al Mossad, Irán ha demostrado ser incapaz de mejorar.
Ram Ben Barak, exsubdirector del Mossad, dijo que el continuo éxito de la organización se debe “a un régimen muy detestado, incluso odiado por la mayoría de la opinión pública, lo que permite la penetración de inteligencia por un lado, y por otro, a la sofisticación y la profesionalidad del personal de inteligencia israelí”.
Tras el inicio de la guerra en Gaza, Israel dio muerte al líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, en pleno centro de Teherán. Una fuente familiarizada con el asunto dijo que Israel colocó un artefacto explosivo en una casa de huéspedes donde se sabía que Haniyeh se alojaba. La bomba estuvo oculta en la habitación durante dos meses antes de la muerte selectiva y detonó a distancia una vez que Haniyeh se encontraba en la habitación.
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