Consumo de marihuana aumenta drásticamente riesgo de morir de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, según estudioEricks Webs DesignEricks Webs Design

El consumo de marihuana duplica el riesgo de morir de enfermedad cardíaca, según un nuevo análisis de datos médicos recopilados sobre 200 millones de personas, en su mayoría de entre 19 y 59 años.

“Lo que fue particularmente sorprendente fue que los pacientes preocupados hospitalizados por estos trastornos eran jóvenes (y por lo tanto, no era probable que tuvieran sus características clínicas debido al tabaquismo) y sin antecedentes de trastornos cardiovasculares o factores de riesgo cardiovascular”, dijo la autora principal Émilie Jouanjus , profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia, en un correo electrónico.

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En comparación con los no consumidores, los que consumían cannabis también tenían un riesgo 29 % mayor de sufrir ataques cardíacos y un riesgo 20 % mayor de sufrir un accidente cerebrovascular, según el estudio publicado el martes en la revista Heart.

“Este es uno de los estudios más grandes hasta la fecha sobre la conexión entre la marihuana y las enfermedades cardíacas, y plantea serias dudas sobre la suposición de que el cannabis implica poco riesgo cardiovascular”, dijo la pediatra Dra. Lynn Silver, profesora clínica de epidemiología y bioestadística en la Universidad de California, San Francisco.

“Hacer esto bien es de vital importancia porque las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte tanto en Estados Unidos como en el mundo”, dijo Silver, quien también es asesor principal del Instituto de Salud Pública, una organización de salud pública sin fines de lucro que analiza las políticas y la legalización de la marihuana.

Silver es coautor de un editorial publicado junto con el artículo que pide un cambio en la forma en que los profesionales de la salud, los organismos reguladores y el público en general ven el cannabis.

“Los profesionales clínicos deben evaluar el consumo de cannabis y educar a las personas sobre sus efectos nocivos, al igual que hacemos con el tabaco, ya que en algunos grupos de población se consume más que el tabaco”, dijo. “Nuestro sistema regulatorio, que se ha centrado casi exclusivamente en crear infraestructura legal y otorgar licencias a negocios (de cannabis) legales y con fines de lucro, debe centrarse mucho más en las advertencias sanitarias que educan a la gente sobre los riesgos reales”.

La nueva revisión sistemática y metanálisis analizó información médica de grandes estudios observacionales realizados en Australia, Egipto, Canadá, Francia, Suecia y Estados Unidos entre 2016 y 2023.

Esos estudios no preguntaron a las personas cómo consumían el cannabis, ya sea fumando, vapeando, dabbing, comestibles, tinturas o tópicos. (El dabbing consiste en vaporizar cannabis concentrado e inhalar el vapor). Sin embargo, “según datos epidemiológicos, es probable que el cannabis se fumara en la gran mayoría de los casos”, dijo Jouanjus.

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Fumar tabaco es una causa bien conocida de enfermedades cardíacas: tanto el humo como los químicos del tabaco dañan los vasos sanguíneos y aumentan la coagulación, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.

Por lo tanto, no es sorprendente que fumar, vapear o dabbing cannabis pueda tener el mismo efecto, dijo Silver: “Cualquiera de las muchas formas de inhalar cannabis tendrá riesgos para el usuario, y también existen riesgos de humo de segunda mano, que son similares a los del tabaco”.

La idea de que fumar cannabis es menos dañino porque es “natural” es simplemente errónea, dijo a CNN la Dra. Beth Cohen, profesora de medicina de la Universidad de California en San Francisco, en una entrevista anterior.

“Cuando se quema algo, ya sea tabaco o cannabis, se crean compuestos tóxicos, carcinógenos y partículas que son perjudiciales para la salud”, dijo Cohen en un correo electrónico.

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Sin embargo, los comestibles también pueden desempeñar un papel en las enfermedades cardíacas, según un estudio de mayo de 2025.

Las personas que consumieron comestibles mezclados con tetrahidrocannabinol, o THC, mostraron signos de enfermedad cardiovascular temprana similares a los de los fumadores de tabaco.

“Encontramos que la función vascular se redujo en un 42 % en los fumadores de marihuana y en un 56 % en los usuarios de comestibles con THC, en comparación con los no usuarios”, dijo a CNN en una entrevista previa la Dra. Leila Mohammadi, investigadora adjunta en cardiología de la Universidad de California en San Francisco .

Ninguno de los estudios incluidos en el nuevo metanálisis preguntó a los usuarios sobre la potencia del THC en los productos que consumen. Incluso si lo hubieran hecho, esa información quedaría rápidamente obsoleta, dijo Silver.

“El mercado del cannabis es un mercado en constante evolución. Cada día cobra más fuerza”, afirmó.

Lo que se vende hoy en California es 510 veces más potente que en la década de 1970. Los concentrados pueden tener un 99 % de THC puro. Los vaporizadores tienen más del 80 % de THC.

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“Una variedad de cannabinoides extraídos químicamente pueden ser casi THC puro, y todos ellos tienen efectos muy diferentes en las personas que fumar un porro en la década de 1970”.

La marihuana de mayor potencia está contribuyendo a una serie de problemas, incluido un aumento de la adicción: un estudio de julio de 2022 descubrió que consumir marihuana de alta potencia estaba relacionado con un riesgo cuatro veces mayor de dependencia.

En Estados Unidos, aproximadamente 3 de cada 10 personas que consumen marihuana padecen un trastorno por consumo de cannabis, el término médico para la adicción a la marihuana, según los CDC.

“Sabemos que el cannabis más potente aumenta la probabilidad de adicción”, dijo Silver. “Sabemos que el cannabis más potente aumenta la probabilidad de desarrollar psicosis (ver y oír cosas inexistentes) o esquizofrenia. Los consumidores habituales también pueden sufrir vómitos incontrolables”.

El aumento de la potencia es una de las razones por las que el estudio actual puede no haber captado el alcance total del riesgo de la marihuana para la enfermedad cardíaca, dijo Jouanjus: “Tememos que la asociación pueda ser incluso más fuerte que la informada”.

Mientras la ciencia continúa estudiando el riesgo, los expertos dicen que es hora de pensar dos veces sobre los posibles daños del consumo de cannabis, especialmente si la enfermedad cardíaca es una preocupación.

“Si yo tuviera 60 años y tuviera algún riesgo de enfermedad cardíaca, sería muy cauteloso con el consumo de cannabis”, dijo Silver. “He visto a personas mayores que consumen cannabis para el dolor o para dormir, algunas de las cuales tienen un riesgo cardiovascular significativo, o que han sufrido accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos o angina de pecho, y no son conscientes de que esto puede ponerlas en mayor riesgo”.

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