Denver refuerza su lucha contra la violencia doméstica con la creación de dos nuevas unidades especializadasEricks Webs DesignEricks Webs Design

En respuesta a un preocupante aumento del 12% en los casos de violencia doméstica durante el último año, la Fiscalía del Distrito de Denver ha anunciado la división de su Unidad de Violencia Familiar en dos equipos especializados: la Unidad de Violencia Doméstica (DVU) y la Unidad de Víctimas Infantiles (CVU). Esta reorganización busca abordar con mayor eficacia las complejidades de estos delitos, que representaron más de un tercio de los juicios en tribunales de distrito durante 2024 y ocuparon una cuarta parte de los casos totales atendidos por la fiscalía.

El fiscal del distrito, John Walsh, destacó la particularidad de este incremento, ya que ocurre en un contexto donde los crímenes violentos en Denver han disminuido significativamente. “Los casos de violencia doméstica parecen ir contra la tendencia general de reducción de la violencia”, explicó Walsh, quien también expresó su preocupación por la posible subrepresentación de casos entre la comunidad migrante indocumentada, donde muchas víctimas podrían estar evitando denunciar por temor a repercusiones migratorias.

La nueva DVU, compuesta por ocho fiscales, se enfocará exclusivamente en casos graves entre parejas íctimas, mientras que la CVU, con cuatro fiscales, manejará delitos sexuales y abusos físicos contra menores de 18 años. Walsh enfatizó el enfoque especializado de estas unidades, particularmente en la CVU, donde los casos requieren un manejo sensible al trauma y técnicas adaptadas para testimonios de menores. “Hablamos de situaciones extremadamente difíciles, con evidencia médica, testimonios infantiles y la necesidad de expertos especializados”, señaló.

El impacto de estas medidas ya se hace visible en el sistema judicial. Actualmente, la DVU lleva un registro de 420 casos activos, muchos de los cuales involucran dinámicas de poder y control que persisten incluso después de iniciado el proceso legal. Un aspecto clave de esta estrategia es el trabajo del investigador dedicado a la confiscación de armas de fuego en casos de violencia doméstica, una iniciativa pionera en Colorado que busca prevenir tragedias mayores, considerando que el 76% de los feminicidios domésticos en 2023 involucraron armas de fuego.

La importancia de estas unidades ha sido resaltada por voces autorizadas como la representante estatal Monica Duran, sobreviviente de violencia doméstica, quien celebró la medida como un paso crucial para ofrecer justicia a las víctimas. “Esto demuestra que el sistema reconoce las necesidades específicas de cada caso y envía un mensaje claro a las víctimas: estamos aquí para ustedes”, afirmó Duran, cuya experiencia personal ilustra los desafíos que enfrentan quienes buscan romper el ciclo de violencia.

Organizaciones como el Centro Rose Andom, que brinda apoyo integral a sobrevivientes, han aplaudido la iniciativa. Keisha Sarpong, gerente del programa de revisión de fatalidades del centro, destacó el potencial preventivo de estas unidades: “Desde la perspectiva de evitar homicidios, esta especialización representa un punto de intervención crítico, especialmente en casos donde las armas de fuego están presentes”.

Mientras Denver se posiciona como pionero en este enfoque especializado, las autoridades reconocen que el verdadero éxito se medirá en la capacidad de reducir los casos en 2025. Paralelamente, legisladores y organizaciones comunitarias trabajan en ampliar los recursos disponibles, desde fondos para la confiscación preventiva de armas hasta programas educativos que ayuden a identificar y prevenir situaciones de violencia en etapas tempranas.

Para quienes enfrentan situaciones de violencia doméstica, las autoridades recuerdan la disponibilidad de recursos como la Línea Nacional de Violencia Doméstica (800-799-7233) y el Centro Rose Andom en Denver, mientras insisten en la importancia de reportar cualquier situación sospechosa a las líneas no emergentes (720-913-2000) para activar los protocolos de protección. Con estas medidas, Denver busca no solo procesar más eficientemente los casos de violencia doméstica, sino crear un sistema que disuada estos crímenes y ofrezca rutas claras de escape y justicia para las víctimas.