
El cierre del Centro Recreativo Beck en Aurora ha revelado un conflicto poco conocido entre el desarrollo urbano y los protocolos de seguridad militar. Ubicado dentro de la Zona de Potencial de Accidentes (APZ) de la Base Buckley de la Fuerza Espacial, el centro —que alberga aulas preescolares— no podrá ser reconstruido en su ubicación actual debido a regulaciones del Departamento de Defensa que restringen edificios con alta afluencia pública en áreas cercanas a pistas de aterrizaje.
Límites que marcan la diferencia
La APZ, establecida para mitigar riesgos en caso de accidentes aéreos, prohíbe construcciones que reciban más de 50 visitantes por acre o atiendan poblaciones vulnerables. Brian Green, director de Parques y Recreación de Aurora, explicó que el centro solo permaneció abierto porque existía antes de la implementación de estas normas: “De lo contrario, nunca se habría construido aquí”. La ironía geográfica es evidente: a solo metros del límite de la zona, el nuevo Centro de Visitantes del Memorial de la Libertad de Colorado sí avanza, pues cae fuera del perímetro restringido.
Aviones de combate vs. recreación comunitaria
El concejal Steven Sundberg graficó el dilema con un ejemplo concreto: “Podría haber un C-130 acercándose o un par de F-16, y necesitan espacio por si alguno cae”. Mientras la ciudad busca alternativas para reubicar el centro —que servía a un área en crecimiento—, Sundberg apela al gobierno federal: “Si nos impiden reconstruir, que ayuden con fondos”. Con recortes presupuestarios en curso, el concejal planea aliarse con el congresista Jason Crow para gestionar financiamiento del Departamento de Defensa, argumentando que las restricciones militares no deberían dejar a comunidades sin infraestructura clave.
Este caso expone un desafío creciente para municipios cercanos a bases militares, donde la expansión urbana choca con regulaciones de seguridad. Aurora ahora debe balancear la protección que brinda la presencia de Buckley con las necesidades de sus residentes, mientras busca soluciones creativas para mantener servicios recreativos en una zona donde los aviones de combate tienen prioridad.