Administración Trump congela $70 millones destinados a escuelas públicas de ColoradoEricks Webs DesignEricks Webs Design

Por Karen Gutiérrez | Univisión
Publicado: 2 de julio de 2025

COLORADO — Colorado enfrenta un impacto significativo en su sistema de educación pública tras la decisión del gobierno federal de retener $70 millones en fondos federales destinados a programas clave del ciclo escolar 2025-2026. La medida, adoptada por la administración del presidente Donald Trump, forma parte de una revisión presupuestaria que ha afectado a distritos escolares de todo el país.

El dinero —asignado por el Congreso y programado para ser distribuido este 1 de julio— estaba dirigido a financiar iniciativas como educación para estudiantes que aprenden inglés, atención a menores de familias migrantes, capacitación docente, actividades extracurriculares y programas de verano. Sin embargo, el Departamento de Educación de Estados Unidos notificó a las autoridades estatales que estos fondos no serían enviados por el momento, a la espera de una evaluación que determine si cumplen con las prioridades federales actuales.

Un golpe a estudiantes vulnerables y a los maestros

En un comunicado dirigido a los superintendentes, la comisionada de Educación de Colorado, Susana Córdova, expresó su preocupación por las posibles consecuencias de esta suspensión. “Estoy profundamente preocupada por el impacto potencial de este retraso y la incertidumbre continua sobre estos fondos críticos para nuestros estudiantes, educadores y escuelas”, afirmó.

La funcionaria agregó que su equipo trabaja de forma coordinada con la oficina del gobernador Jared Polis y con los representantes del Congreso federal en busca de claridad y una resolución oportuna sobre los fondos retenidos.

Durante el ciclo escolar 2024-2025, Colorado recibió aproximadamente $70 millones a través de estos programas, incluidos más de $25 millones en subvenciones destinadas a la formación profesional del personal educativo, retención de docentes y reducción del tamaño de las clases. Muchos de estos fondos impactan directamente a comunidades migrantes, que han visto un crecimiento en la matrícula escolar en los últimos años y han sido clave para mantener estable la inscripción en algunas regiones.

Impacto presupuestario en los distritos

La decisión del gobierno federal se da en un contexto crítico: la mayoría de los distritos escolares ya han finalizado sus presupuestos para el año académico entrante. Varios de ellos enfrentaban dificultades económicas incluso antes de este anuncio, lo que ha generado temores de recortes aún más severos, incluidos despidos de personal docente y administrativo.

Denver Public Schools (DPS), el distrito más grande del estado, estima que podría enfrentar un déficit de entre $10 y $15 millones si los fondos no se liberan. Su portavoz, Scott Pribble, confirmó que se evalúan ajustes presupuestarios: “En algún lugar tendremos que recortar. No hay indicios aún de si esto será permanente”.

Otros distritos también se verán afectados de forma considerable. Cherry Creek School District perdería alrededor de $2.4 millones, mientras que el Boulder Valley School District dejaría de recibir poco menos de $1 millón. Por su parte, el Douglas County School District, que depende en un 1% de este tipo de subvenciones, indicó a través de su portavoz Paula Hans que cuentan con fondos acumulados de años anteriores, lo que les permitirá mantener los niveles actuales de servicio sin despidos inmediatos. No obstante, advirtieron que de prolongarse la situación, los estudiantes más vulnerables podrían quedar sin atención adecuada.

Señales desde la Casa Blanca

Las preocupaciones van más allá del presente. El presupuesto federal propuesto por Trump para 2026 plantea la eliminación completa de los programas actualmente en revisión, lo que ha generado alarma entre defensores de la educación pública. En abril, el director de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, Russell Vought, envió una carta a la senadora Susan Collins, presidenta del Comité de Asignaciones del Senado, en la que justificó los recortes como una forma de “terminar con la extralimitación de Washington” y devolver a los estados el control sobre sus sistemas educativos.

Para algunos analistas, esto evidencia una postura ideológica más amplia. “Están intentando enviar un mensaje: no creen que el dinero de los contribuyentes deba usarse para estos niños”, dijo Amaya García, directora de investigaciones educativas del centro de pensamiento progresista New America.

La Afterschool Alliance, una organización nacional que defiende los programas extracurriculares, calificó la medida como una “traición impactante”. Su directora ejecutiva, Jodi Grant, advirtió que la suspensión de fondos “causará un daño duradero a los estudiantes, a sus familias, a nuestro sistema educativo, nuestra futura fuerza laboral y nuestra economía”.

Incertidumbre a mitad del verano

Aunque la ley exige que los fondos se distribuyan a más tardar el 1 de julio, el Departamento de Educación federal ha insistido en que no hay una decisión definitiva sobre si se liberarán los recursos. Mientras tanto, los distritos escolares están en vilo, evaluando planes de contingencia para un año académico que podría iniciar sin los recursos necesarios para atender a miles de estudiantes.

En un estado como Colorado, donde la diversidad demográfica y el crecimiento de la población migrante son realidades palpables, la congelación de estos fondos federales representa no solo una pérdida financiera, sino también una amenaza directa a la equidad educativa y al acceso igualitario a oportunidades de aprendizaje.