ANÁLISIS | El Gobierno argentino se fortalece y se profundizan los ataques contra la comunidad LGBTQEricks Webs DesignEricks Webs Design

(CNN Español) — Un líder provincial del partido gobernante de Argentina publicó una entrada en su cuenta de Instagram contra la comunidad LGBTQ y suma un nuevo capítulo a los ataques homofóbicos por parte de funcionarios de la administración de Javier Milei.

El presidente de La Libertad Avanza en Santa Cruz, Jairo Henoch Guzmán, también titular del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (conocido como PAMI) en esa provincia, publicó una foto de una bandera arcoíris, ícono de la comunidad, prendiéndose fuego con la leyenda: “En Argentina, solo la celeste y blanco” (en referencia a los colores de la bandera del país).

Más tarde, en una entrevista periodística, el funcionario público justificó su publicación y dijo que se trata de una opinión personal y que, si bien respeta la elección del prójimo, está en contra de que “se impulsen políticas e ideologías que vienen a atentar contra la identidad nacional”.

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Después de recibir un gran repudio en redes, incluso en sus propias cuentas, borró la publicación de la bandera. Pero horas más tarde, volvió a publicar contenido homofóbico declarándose “anti-ideología de género”, entre otras publicaciones que promueven discursos de odio.

El activista y periodista Franco Torchia calificó las palabras de Guzmán como “inaceptables” y remarcó que “pasa a integrar la usina incandescente de su fuerza política”. “El plan es limpieza sexual”, aseguró en X.

Y es que, tras casi un año de Gobierno, la homofobia es parte del discurso instalado en el poder.

Un movimiento político abiertamente homofóbico

El episodio protagonizado por Guzmán se suma a una serie de medidas y declaraciones que han generado preocupación entre los defensores de los derechos LGBTQ en Argentina. Bajo el Gobierno del presidente Javier Milei, múltiples voces del oficialismo han cuestionado las políticas de género y diversidad implementadas en años anteriores.

El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, lo dijo sin vueltas durante una exposición ante la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara de Diputados: “Rechazamos la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología”.

Las declaraciones del ministro, que dijo entonces estar llevando la voz del propio presidente al recinto, se contraponen con las pautas que establece la legislación argentina, por ejemplo, en las leyes de matrimonio igualitario y de identidad de género, entre otras.

Sin embargo, además de las constantes declaraciones discriminatorias, el Gobierno avanza en lo que denomina su “batalla cultural”.

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A comienzos del mandato, cerró el Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). Además, en medio de los despidos masivos de empleados estatales, la población trans y no binaria fue una de las más afectadas, incumpliendo con el cupo mínimo del 1% para esa población en la administración pública que establece la ley. Si bien ese porcentaje tampoco llegó a cumplirse en gobiernos anteriores, actualmente sí se profundizó y, según la secretaria de Género y Diversidad de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), más del 10% de la población de la comunidad que había sido incorporada fue cesanteada.

En las últimas horas, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, advirtió en su cuenta de X que “el Gobierno Nacional dispondrá las medidas necesarias para eliminar cualquier política ideológica y discriminatoria que habilite el ingreso a los empleos públicos por criterios que no sean específicamente los referidos a la propia idoneidad de las personas”, por lo que se espera que la ley de cupo sea directamente eliminada.

La Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento, ni de religión: todos sus habitantes son iguales ante la ley. Por eso, el Gobierno Nacional dispondrá las medidas necesarias para eliminar cualquier política ideológica y discriminatoria que habilite el ingreso a…
— Manuel Adorni (@madorni) November 28, 2024

La “batalla cultural” avanza mientras la figura de Milei se fortalece

Pese a las controversias, el Gobierno de Milei llega fortalecido a su primer año de gestión, impulsado por datos económicos favorables y un posicionamiento a nivel global que refuerza su liderazgo.

En las últimas semanas se inauguró la Fundación Faro, un think tank libertario que pretende obrar como ente recaudador y está liderado por Agustín Laje, unos de los pensadores del actual Gobierno, autor del libro “La batalla cultural”.

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Laje, promotor de ideas de ultraderecha, considera que la “homofobia no existe” y que se trata de “un término de naturaleza política que patologiza a todo aquel que se oponga a la ideología de género”.

El presidente Milei participó de la gala de inauguración de la fundación y durante su discurso se refirió a la batalla cultural 13 veces.

“Los zurdos usan causas nobles para esconder sus curros”, afirmó el mandatario y se preguntó ante cientos de asistentes “¿Quién paga la fiesta del partido del Estado?”. Milei se respondió a sí mismo: “Quienes producen son forzados a pagar impuestos cada vez más confiscatorios para sostener un número creciente de los mal llamados derechos, bajo pretextos cada vez más absurdos. Una verdadera industria de los derechos”.

Por su parte, Laje concluyó: “Promovemos la libre empresa y el libre mercado, pero además enfrentaremos, no solamente en el terreno económico esas ideas, sino que vamos por el terreno cultural contra las agendas woke”.

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