El “zar de la frontera” de Trump modera en privado las expectativas de los congresistas republicanos sobre las deportacionesEricks Webs DesignEricks Webs Design

El “zar de la frontera” del presidente electo Donald Trump, Tom Homan, ha dicho en privado a legisladores republicanos que moderen sus expectativas para la operación de deportación inicial del Gobierno entrante, citando recursos limitados, según múltiples fuentes involucradas en las conversaciones.

Aunque los aliados de Trump han planteado medidas para detener y deportar a las personas que residen ilegalmente en Estados Unidos, los planes dependen en gran medida de los recursos y fondos disponibles para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, que históricamente ha tenido carencias presupuestarias.

“No estamos hablando de 20 millones (de deportaciones). Estamos discutiendo sobre una orden, una prioridad y una expectativa”, dijo a CNN el representante republicano Darrell Issa, que estuvo en una de las reuniones con Homan.

Las discusiones forman parte de un proceso más amplio de nivelación que se está produciendo entre los republicanos de la Cámara de Representantes, que se enfrentan ahora a los retos de convertir en realidad una de sus principales promesas electorales. Los republicanos también están lidiando con la dura realidad de que es improbable que la mayoría de sus medidas de reforma fronteriza se incluyan en el enorme proyecto de ley de la agenda de Trump, dadas las estrictas normas en torno al proceso de reconciliación que requieren que las propuestas aumenten los ingresos o reduzcan el gasto, no que cambien la política.

“Muchos miembros están empezando a entenderlo”, dijo un legislador republicano a CNN.

Trump ha prometido poner en marcha la mayor operación de deportación de la historia, y en diciembre declaró a la revista Time que cree que habrá “probablemente 15 y quizá hasta 20 millones” de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos cuando asuma el cargo.

En reuniones recientes con republicanos de la Cámara de Representantes, Homan, un veterano de la aplicación de la ley de inmigración, ha esbozado un enfoque escalonado de la promesa de deportación masiva de Trump, según los legisladores y fuentes involucradas en las discusiones.

Homan y los legisladores están utilizando los niveles actuales de financiación del Gobierno para elaborar un plan que se dirige a entre 1 y 2 millones de inmigrantes indocumentados que son elegibles para la expulsión lo más rápido posible, según múltiples fuentes en las discusiones. En la actualidad hay en Estados Unidos alrededor de 1,4 millones de personas con órdenes de expulsión definitivas.

“Homan ha estado diciendo a algunos de los miembros, ‘Oye, si quieres que haga todas estas cosas de las que estás hablando, esto cuesta dinero, y no se está haciendo con el CR que está en vigor ahora’”, dijo un legislador republicano a CNN, refiriéndose a la resolución presupuestaria continua que simplemente extiende el nivel actual de financiación del Departamento de Seguridad Nacional.

“El presidente Trump alistará cada poder federal y coordinará con las autoridades estatales para instituir la mayor operación de deportación de criminales ilegales, narcotraficantes y traficantes de personas en la historia de Estados Unidos, al tiempo que reduce los costos para las familias. El pueblo estadounidense reeligió al presidente Trump por un margen rotundo, dándole un mandato para implementar las promesas que hizo en la campaña electoral, como deportar a los criminales migrantes y restaurar nuestra grandeza económica. Él cumplirá”, dijo a CNN en un comunicado Karoline Leavitt, portavoz del equipo de transición Trump-Vance.

Otro legislador republicano cuyo comité supervisa el presupuesto del Departamento de Seguridad Nacional dijo a CNN que Homan está tratando de trabajar tan rápido como lo permiten los confines del sistema.

“Su mensaje no significa que no vaya a pasar nada o que vayamos a ir más despacio. Se trata de un enfoque político responsable para hacer las cosas rápidamente, pero también en el contexto de una evaluación realista de la mejor manera de hacerlas y cumplir las promesas que ha hecho la administración entrante”, dijo a CNN el representante republicano Mark Amodei.

Homan ha subrayado en repetidas ocasiones que sigue centrado en la seguridad pública y en las amenazas a la seguridad nacional, pero no ha descartado que otras personas que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos, pero que no suponen una amenaza para la seguridad, puedan ser objeto de deportaciones.

En una entrevista con Kaitlan Collins, de CNN, Homan dijo que necesitaría un mínimo de 100.000 camas para detener a inmigrantes indocumentados —más del doble de las 40.000 camas de detención para las que el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés cuenta actualmente con fondos— y requeriría más agentes del ICE. La agencia cuenta con unos 6.000 agentes de inmigración.

“Todo depende de la financiación que reciba del Congreso”, dijo Homan en el programa The Source de CNN. No quiso especificar cuántos inmigrantes indocumentados espera ver deportados al final de los próximos cuatro años de mandato de Trump.

Algunos republicanos dijeron a CNN que han recibido el mensaje de financiación.

“Va a necesitar dinero de inmediato”, dijo a CNN el representante republicano Andy Biggs.

No obstante muchos legisladores están reconociendo que conseguirle a Homan la financiación que necesitaría para emprender un esfuerzo de deportación sin precedentes sería extremadamente difícil.

Los republicanos están intentando recortar masivamente el gasto público en todos los ámbitos, pero todas las partes implicadas reconocen que aumentar las deportaciones costará bastante más de lo que el Gobierno tiene asignado actualmente.

Según una estimación inicial del Consejo Estadounidense de Inmigración, deportar a un millón de personas al año costaría aproximadamente US$ 88.000 millones anuales y US$ 960.000 millones en un período de 10 años. El ICE de Estados Unidos deportó a 271.484 inmigrantes el pasado año fiscal bajo la presidencia de Joe Biden, marcando el nivel más alto de deportaciones desde 2014, de acuerdo con un informe anual. El expresidente Barack Obama deportó a unos 400.000 en un año, pero un gran número de ellos eran personas que habían cruzado la frontera recientemente. Trump se enfrenta a un reto aún mayor a la hora de centrarse en los que ya están en el país.

Sin embargo, con el próximo plazo de financiación del Gobierno a dos meses de distancia, los principales asignadores de la Cámara de Representantes dicen a CNN que ni siquiera se les ha dado cifras de referencia para empezar a trabajar, lo que hace que su capacidad para planificar cómo aumentar la financiación para las deportaciones sea mucho más difícil.

“Si bien puede haber algunas discusiones privadas, nadie está hablando públicamente en este momento sobre el 14 de marzo. Y va a llegar muy pronto. Estamos justo a dos meses. Tenemos que financiar este Gobierno”, dijo a CNN el representante republicano Steve Womack, uno de los principales responsables del Partido Republicano en la Cámara de Representantes. “Será inaceptable que culpemos a nuestra inacción de que se nos ha acabado el tiempo”.

“Costará mucho deportar”, dijo Biggs a CNN. “Pero, ¿adivinen qué? También ahorrará mucho. Y será un beneficio neto”.

Pero a pesar de todos los escollos que se avecinan, los republicanos saben que tienen que empezar por algún lado, y argumentan que una vez que comiencen las deportaciones bajo Trump, hay serias probabilidades de que los inmigrantes indocumentados se autodeporten. También se reconoce que los esperados decretos de Trump harán mucho para poner en marcha el proceso de abordar las deportaciones, cerrar la frontera y revisar el sistema de inmigración. Los republicanos también dicen que hay una necesidad seria de abordar la dotación de personal en el ICE y asegurar suficientes camas de detención.

Grupos de republicanos están convocados a Mar-a-Lago este fin de semana para reunirse con Trump directamente y están buscando dirección y una conversación honesta sobre lo que sigue.

El representante republicano Clay Higgins, parte de uno de los grupos que se espera que se reúnan con Trump este fin de semana, dijo que si bien Trump puede ver los desafíos que tiene por delante, eso no le impide apuntar alto.

“Él dice: ‘Entiendo las complicaciones. Supérenlas. Háganlo realidad. Lo quiero para ayer’”, dijo Higgins sobre la mentalidad de Trump.

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