Ucrania ve a Kursk como una posible moneda de cambio ante la presión de Trump por conversaciones de alto el fuegoEricks Webs DesignEricks Webs Design

Ucrania ha lanzado nuevos ataques en la región de Kursk, al sur de Rusia, mientras el presidente de EE.UU., Donald Trump, presiona para que se lleven a cabo conversaciones de alto el fuego.

El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), un monitor de conflictos con sede en Estados Unidos, dijo que las fuerzas ucranianas lanzaron una nueva serie de ataques en la región de Kursk el jueves, con lo que lograron avances de hasta cinco kilómetros (tres millas) detrás de las líneas rusas al sureste de Sudzha.

Si bien no está claro si los ataques tienen como objetivo apoderarse de más territorio o reforzar las posiciones defensivas de Ucrania, la analista de ISW Angelica Evans dijo que los avances de tal escala eran impresionantes.

“Que los ucranianos sean capaces de penetrar las defensas rusas y avanzar hasta cinco kilómetros es algo que no vemos que los rusos puedan hacer en ningún lugar de la línea del frente”, dijo a CNN en una entrevista.

Kyiv sorprendió incluso a sus aliados con su ataque en territorio ruso y sigue luchando en Kursk incluso cuando enfrenta situaciones extremadamente difíciles en otras partes a lo largo de la línea del frente.

Rusia afirmó este viernes que ha tomado Toretsk, una ciudad industrial en el este de Ucrania que ha sido uno de los epicentros de la lucha durante los últimos seis meses. Ucrania no ha hecho comentarios al respecto, pero si se confirma, la caída de Toretsk sería otra victoria estratégica para Moscú, ya que acercaría a las tropas rusas a importantes posiciones defensivas ucranianas.

Al mismo tiempo, las tropas rusas han estado avanzando lentamente hacia Pokrovsk, un centro logístico en el este de Ucrania que ha estado en la mira de Rusia desde el verano boreal, y hacia Kupiansk en el norte.

En Ucrania, algunas de las tropas que luchan en Kursk y otros lugares, están cuestionando que Kyiv gaste recursos preciosos por posiciones en Rusia cuando la lucha es por defender su propio territorio.

La respuesta probablemente se reduce a la expectativa de que Trump presionará a Ucrania para que acepte conversaciones con Rusia pronto.

“No hay nada inherentemente valioso en las posiciones conquistadas por los ucranianos en Kursk. Son campos y asentamientos, no están amenazando la ciudad de Kursk ni atacando a Moscú”, dijo Evans.

“Pero cuando pensamos en negociaciones de paz, mantener territorio ruso podría ser un activo crítico para los ucranianos, que podrían entregarlo a cambio de su propio territorio o de otras cosas que podrían querer de los rusos”, agregó.

Los líderes militares y políticos de Ucrania han dicho varias veces que la operación en Kursk tenía como objetivo evitar una nueva ofensiva rusa en el norte de Ucrania y obligar a Moscú a redistribuir algunas de sus tropas de otras partes de Ucrania.

La incursión fue la mayor victoria estratégica de Ucrania desde la liberación de Jersón en noviembre de 2022 que le dio al país un importante impulso moral.

Pero esta semana, mientras Trump continuaba con sus llamados a las negociaciones para poner fin a la guerra, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dejó en claro que Kyiv ve a Kursk como una posible moneda de cambio.

Hablando el miércoles, calificó la incursión como “una operación muy importante”.

“Ya verán más adelante, cuando lleguemos a un acuerdo diplomático para poner fin a la guerra, qué condiciones enfrentarán los rusos con respecto a la dirección de Kursk”, dijo en su discurso nocturno a la nación.

Trump ha dejado en claro que quiere que las conversaciones entre Rusia y Ucrania comiencen “lo más rápido posible”. Tambien dijo que su Gobierno está en contacto directo con ambos países.

“Hemos logrado muchos avances en Rusia y Ucrania”, dijo Trump. “Veremos qué sucede. Vamos a detener esa guerra ridícula”, dijo Trump el lunes.

Han pasado seis meses desde que Kyiv lanzó su incursión sorpresa en la región de Kursk y, si bien Rusia ha logrado recuperar más de la mitad del territorio que Kyiv inicialmente había tomado bajo su control, lo hizo no sin un costo enorme para Moscú.

El Estado Mayor ucraniano dijo el jueves que Rusia perdió 40.000 tropas durante los seis meses de combates en Kursk, de las cuales 16.100 murieron.

“Las fuerzas ucranianas capturaron a 909 militares rusos, lo que repuso significativamente el fondo de intercambio. Esto permitió que cientos de defensores ucranianos que estaban en prisiones rusas regresaran a casa”, agregó el Estado Mayor.

La incursión marcó la primera vez que tropas extranjeras tomaron el control del territorio de Rusia desde la Segunda Guerra Mundial, una gran vergüenza para el presidente Vladimir Putin, quien en gran medida ha enmarcado la invasión rusa de Ucrania como un medio para “defender” el país.

El Ejército ucraniano ha estimado que Rusia desplegó unas 78.000 tropas en Kursk, varias veces más que las desplegadas por Ucrania. “Estas fuerzas rusas, que incluyen elementos de unidades de élite, están atadas y realmente distraídas en Kursk. [De lo contrario] lo más probable es que estuvieran luchando en las líneas del frente en el este de Ucrania, donde podrían causar mucho daño”, dijo Evans.

Sin embargo, a pesar de la ventaja numérica, el Ejército ruso tuvo dificultades para expulsar a los ucranianos de su territorio y, por lo tanto, Moscú finalmente pidió refuerzos extranjeros, desplegando unos 12.000 soldados norcoreanos en la región de Kursk.

Al hacerlo, Putin se convirtió en el primer líder ruso en tener que depender de tropas extranjeras para liberar suelo ruso, según Evans.

Dijo que el impacto estratégico de los avances logrados por las tropas ucranianas desplegadas en Kursk fue “significativamente mayor que el que estas fuerzas podrían haber logrado defendiéndose dentro de Ucrania”.

“La actividad militar no va a hacer que el estado ruso colapse, pero las presiones que están poniendo sobre los rusos sí podrían hacerlo”, agregó, y dijo que el descontento está creciendo dentro de Rusia por el hecho de que Ucrania pudo controlar territorio ruso durante seis meses. “Es algo que realmente daña la credibilidad de Putin dentro de Rusia, y esta visión que él ha creado para sí mismo como defensor y estabilizador”.

Hablando con el gobernador interino de la región de Kursk, Alexander Khinshtein, el miércoles, Putin admitió que la situación en Kursk era “muy difícil”.

Sin embargo, las tropas norcoreanas hicieron poco para ayudar a Rusia a recuperar su territorio, y Rusia las utilizó principalmente como soldados de a pie que llevan a cabo brutales ataques terrestres masivos con enormes bajas.

Los funcionarios ucranianos y la inteligencia occidental dijeron que alrededor de 4.000 de esos soldados norcoreanos han muerto o resultado heridos. El servicio de inteligencia de Corea del Sur dijo a principios de esta semana que las tropas norcoreanas desplegadas en Kursk no han participado en combate desde mediados de enero, según los medios locales, lo que confirma informes anteriores del Ejército ucraniano.

Evans dijo que Rusia está luchando para repeler a las fuerzas ucranianas debido al uso superior de la tecnología por parte de Kyiv, principalmente drones y tecnología de interferencia de guerra electrónica.

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