
DENVER, Colo. — Si eres parte de los 230,000 coloradenses con familiares en México o los miles que mantienen lazos con Texas, una nueva regulación federal cambiará cómo envías apoyo económico. A partir del lunes, transacciones en efectivo desde $200 en zonas fronterizas requerirán número de seguro social o pasaporte. Hablamos con migrantes y expertos sobre el impacto real.
¿Por qué le importa a Colorado?
- Conexiones transfronterizas:
- 1 de cada 5 hispanos en CO tiene familia directa en México (Censo 2024).
- Comunidades agrícolas (como Weld County) envían remesas semanales.
- Efecto dominó:
- 60% de las remesas desde CO pasan primero por Texas (Datos Banco de México).
- “Si mi mamá en Chihuahua necesita medicina, ahora será más difícil ayudarla” – María González, Aurora.
Para Colorado, donde más de 230,000 residentes tienen familiares directos en México, esta noticia ha caído como un balde de agua fría. “Es que $200 dólares es lo que le mando cada semana a mi madre en Zacatecas para sus medicinas”, nos cuenta José Luis Mendoza, un obrero de la construcción que vive en Denver desde hace 15 años. “Ahora tendré que dar mis datos personales cada vez que haga un envío, y eso me da miedo”.
La medida, implementada por la Red de Ejecución de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro, afecta específicamente 30 códigos postales a lo largo de la frontera entre Texas y México, incluyendo ciudades como El Paso, McAllen y Brownsville. Sin embargo, su impacto se extenderá hasta Colorado, donde muchas familias dependen de estos servicios para mantener a sus seres queridos al otro lado de la frontera.
En la Casa de Cambio “La Mexicana” de Commerce City, la dueña Rosario Pérez ya está preparando carteles para informar a sus clientes sobre los nuevos requisitos. “Aquí la gente manda 200,200,300 dólares cada semana. Es dinero para comprar comida, pagar medicinas o ayudar con los estudios de los niños”, explica mientras atiende a una fila de clientes. “Ahora tendremos que pedir documentos que mucha gente no quiere compartir”.
Expertos en remesas estiman que alrededor del 60% del dinero que los coloradenses envían a México pasa primero por Texas, lo que significa que estas nuevas regulaciones podrían afectar indirectamente a miles de familias en nuestro estado. “Muchos clientes prefieren enviar el dinero a familiares en Texas para que ellos lo lleven personalmente a México”, nos cuenta el abogado migratorio Carlos Mendez. “Esta medida podría cortar ese flujo importante de ayuda familiar”.
En las redes sociales, la preocupación es palpable. En grupos de Facebook de la comunidad mexicana en Colorado, los comentarios van desde la indignación hasta el miedo. “¿Y si usan esta información para deportaciones?”, pregunta una usuaria. Otros se preguntan si deberán recurrir a métodos menos seguros para enviar dinero.
Mientras tanto, las alternativas parecen limitadas. Las transferencias bancarias tradicionales no están sujetas a estos nuevos requisitos, pero muchos migrantes indocumentados no tienen acceso a cuentas bancarias. Algunas apps de envío de dinero podrían convertirse en opción, aunque sus tarifas son generalmente más altas.
En el Capitolio de Colorado, algunos legisladores ya han expresado su preocupación. “Esto afectará desproporcionadamente a nuestras comunidades migrantes que simplemente están tratando de ayudar a sus familias”, declaró la representante estatal Serena Gonzales-Gutierrez. “Necesitamos entender mejor las consecuencias no deseadas de esta política”.
Mientras el lunes se acerca, muchas familias se preparan para lo que podría ser un cambio significativo en cómo mantienen esos lazos económicos vitales con sus seres queridos al otro lado de la frontera. Para ellos, no se trata solo de política o regulaciones financieras, sino de la capacidad continua de cuidar a aquellos que dejaron atrás.