Musk hace alarde de la transparencia de DOGE, pero minimiza sus posibles conflictos de interésEricks Webs DesignEricks Webs Design

Elon Musk, el hombre más rico del mundo que ahora lidera una amplia iniciativa para remodelar el gobierno federal, ofreció la defensa más sostenida de sus medidas de gran alcance durante una sesión de preguntas y respuestas en el Despacho Oval a última hora del martes.

Ante la atenta mirada del presidente Donald Trump desde su asiento en el Escritorio Resoluto, Musk, que permanecía de pie a unos metros de distancia, vestido con un largo abrigo negro y acompañado de su hijo X, de cuatro años, negó que sus amplios tratos comerciales con el gobierno equivalieran a conflictos de interés en su función de dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés).

Y eludió las preguntas sobre las autoridades que está utilizando para destripar organismos enteros, diciendo en cambio que la elección de Trump el pasado noviembre equivalía a licencia suficiente para llevar a cabo la voluntad de los votantes.

“El pueblo votó a favor de una gran reforma del gobierno, y eso es lo que el pueblo va a conseguir. En eso consiste la democracia”, dijo.

Hablando largo y tendido, Musk hizo una evaluación mordaz de la burocracia federal, que describió como plagada de “defraudadores” no elegidos que aceptan sobornos, algunos de los cuales, según él, se han hecho millonarios mediante el fraude.

“Creo que la realidad es que se están enriqueciendo a costa del contribuyente”, dijo Musk, hablando sin presentar pruebas de los empleados de USAID, una de las agencias gubernamentales que ha propuesto cerrar.

Él y el presidente hablan casi todos los días sobre qué medidas tomar y en qué parte del vasto gobierno federal centrar su atención, según Musk. Sus acciones han provocado un incendio de cinco alarmas entre los demócratas del Congreso, y la respuesta de los republicanos ha sido mucho más moderada.

Consciente de ese escrutinio y atención sobre Musk, desde el Congreso, a los tribunales, a la ciudadanía, Trump lo convocó para que respondiera a preguntas y arrojara un poco de luz sobre lo que el DOGE ha estado haciendo durante las tres primeras semanas de la administración. La comparecencia del martes fue también un esfuerzo por eliminar un poco la mística, dijeron los asesores, así como para que la Casa Blanca demostrara que Musk trabaja bajo la dirección del presidente, no como un operador sin escrúpulos dentro del gobierno. La compenetración entre Musk y Trump fue total.

Aun así, la comparecencia fue en gran medida de Musk, y Trump se quedó sentado escuchando. En varios momentos, Trump intervino para pedir a Musk que se explayara más sobre algunos de los despilfarros que afirmaba encontrar dentro del gobierno.

“Es un tipo exitoso, por eso queremos que haga esto”, dijo Trump. “No queremos a un tipo sin éxito haciendo esto”.

Musk, que ha reconocido que votó a Joe Biden hace cuatro años, se convirtió en uno de los mayores benefactores de Trump el año pasado. Gastó más de US$ 250 millones en los últimos meses de la carrera hacia 2024 para impulsar la candidatura de Trump.

Ambos hombres pregonaron sus agresivos esfuerzos por reducir y rehacer el gobierno federal, afirmando que los votantes estadounidenses enviaron a Trump a la Casa Blanca para reformar el funcionamiento de Washington. Trump ha despedido a los guardianes del gobierno, o inspectores generales, en organismos de toda la ciudad, lo que ha suscitado innumerables cuestiones de supervisión.

A mitad de la sesión en el Despacho Oval, el hijo de Musk se subió a los hombros de su padre y empezó a jugar con su pelo, lo que hizo que Musk se quitara su gorra negra con el lema “Make America Great Again”.

Musk ofreció pocas pruebas de sus diversas afirmaciones, incluidas las acusaciones generales de fraude y despilfarro. Y admitió francamente que a veces hace afirmaciones que resultan ser falsas.

“Algunas de las cosas que digo serán incorrectas y deberán corregirse. Así que nadie va a batear a mil”, dijo Musk. “Es decir, ya sabes, cometeremos errores, pero actuaremos con rapidez para corregirlos”.

Musk quiso subrayar su convicción de que “la transparencia es lo que genera confianza”, e insistió en que todos los esfuerzos de su equipo se hacían públicos en las redes sociales y el sitio web de DOGE.

Pero también pareció irritarse por el escrutinio que estaba recibiendo, comparándolo con un “examen proctológico diario”.

Ese mismo día, un funcionario de la Casa Blanca dijo que Musk no tendría que presentar una declaración financiera pública, lo que permitiría al hombre más rico del mundo eludir el escrutinio público de sus posibles conflictos. Las diversas empresas de Musk tienen miles de millones de dólares en contratos con el gobierno.

“Como empleado especial no remunerado del gobierno que no es funcionario de una comisión, presentará un informe confidencial de divulgación financiera según la norma”, dijo a CNN un funcionario de la Casa Blanca.

Y el martes, un grupo de vigilancia presentó una demanda para obtener registros de la DOGE, alegando que estaba estructurada para mantener en secreto sus comunicaciones.

Trump, sentado tras el escritorio, sugirió en el Despacho Oval que le correspondería a él intervenir si su administración consideraba que había falta de transparencia o conflicto de intereses.

“No se lo permitiríamos”, dijo Trump.

Mientras caía la nieve fuera del Despacho Oval, se produjo una escena extraordinaria. Trump observó en silencio durante varios minutos cómo Musk dirigía la sala, menos de una semana después de que una portada de la revista TIME mostrara a Musk de pie detrás del Escritorio Resoluto, como si sugiriera que él, y no Trump, estaba al mando.

Musk, empresario nacido en Sudáfrica, no puede ser presidente. Pero ha asumido uno de los más altos cargos no electos del gobierno, aunque tenga miles de millones de dólares en contratos gubernamentales.

“Todas nuestras acciones son totalmente públicas”, dijo Musk a un periodista que le preguntó por los conflictos de intereses. “Así que si ves algo como: ‘Elon, ahí puede haber un conflicto’, no es que la gente vaya a ser tímida al respecto. Lo dirán inmediatamente”.

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